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Biblia: Reina-Valera (1960)

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Propiciación

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Romanos 3:24-26

24"siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús."

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propiciación: Cristo es la propiciación a Dios por el pecado; lo cual debe entenderse de su satisfacción con la justicia divina, por los pecados de su pueblo; estos fueron imputados a él, y al ser encontrado sobre él, la ley y la justicia de Dios le exigieron a él; a lo que respondió con satisfacción, por su obediencia y sacrificio; y que, como no podría ser hecho por ningún otro, ni de ninguna otra manera, se expresa mediante "reconciliación" y "expiación".

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sangre: La "sangre" de Cristo es eso, por lo cual Cristo es la propiciación; porque sin el derramamiento de esa sangre, no hay redención, ni paz, ni reconciliación, ni remisión del pecado; y "fe" en su sangre es el medio por el cual las personas se hacen partícipes de los beneficios de su propiciación; tales como la paz, el perdón, la expiación, la justificación y la adopción: y el fin de que Cristo sea presentado como una propiciación por parte del pueblo de Dios

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 justicia: la justicia de Dios el Padre, su fidelidad en sus promesas relacionadas con Cristo, su gracia y bondad en la misión de su Hijo, la santidad y pureza de su naturaleza, y su justicia vengativa, en vengar el pecado en su propio Hijo, como la garantía de su gente

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pecados pasados: significan, no pecados antes del bautismo, ni los pecados de la vida de un hombre solamente, sino los pecados de los santos del Antiguo Testamento, que vivieron antes de la encarnación de Cristo, y la ofrenda de su sacrificio; y aunque esto no debe restringirse a ellos solamente, porque la sangre de Cristo fue derramada para la remisión de todos los pecados de su pueblo, pasado, presente y por venir

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1 Juan 2:1-3

1"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos."

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propiciación: por los pecados de nosotros.

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solamente: pero por los pecados de los santos del Antiguo Testamento, y de aquellos que de ahora en adelante creerán en Cristo, y también de los gentiles.

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todo el mundo: la "defensa" de Cristo está limitada a los creyentes. Los pecados del mundo entero son expiados; y si la expiación no afecta la salvación del pecador, es porque la rechaza, amando la oscuridad en lugar de la luz. Ningún hombre, cristiano, judío o gentil, está fuera de la misericordia de Dios, a menos que se coloque allí. deliberadamente.

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1 Juan 4:9-11

9 "En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros."

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amor: el amor de Dios, el amor libre, el amor que no se puede igualar: aquí se manifiesta, como antes; esta es una clara evidencia de ello, una prueba indudable, y lo pone fuera de toda cuestión

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él nos amó: no es que hayamos hecho ningún acto de amor en ningún momento a Dios, sino que Él nos hizo el acto de amor al enviar a Cristo.

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propiciación: para que los hombres pecadores puedan tener vida y felicidad eterna, es necesario que sus pecados sean expiados, o que se haga expiación por ellos, lo que significa que Cristo es una propiciación para ellos; que la justicia de Dios debe ser satisfecha; que la paz y la justicia, o el amor y la justicia, deben reconciliarse juntas; y besarse unos a otros; y que todas las obstrucciones sean quitadas del camino del disfrute de la vida, que son traídas por el pecado; y que la ira de Dios, que el pecado merecía, sea evitada o apaciguada, según la aprehensión de nuestro sentido de ella.

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Reconciliación

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2 Corintios 5:17-19

17"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación."

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reconcilió : el trabajo de reconciliación, o hacer expiación por el pecado, se atribuye al Padre; no es que él sea el autor de ella, porque es propiamente la obra de Cristo; sino porque dio el primer paso hacia ella: formó el esquema de la misma; él presentó a su Hijo en sus propósitos y decretos para ser el sacrificio propicio; le asignó esta obra en concilio y pacto, en promesa y en profecía, y lo envió a efectuarla; por lo tanto, se dice que lo hace "por" él; es decir, por su sangre y sacrificio, por sus sufrimientos y muerte, a la cual, y solo a ella, las Escrituras atribuyen nuestra paz y reconciliación

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ministerio de reconciliación: que es el Evangelio de paz, la palabra que predica, publica y declara, paz hecha por la sangre de Cristo; que es un regalo para los ministros, y una bendición para las personas. La gracia gratuita de Dios aparece en gran medida en este asunto; Dios el Padre establece esta obra de reconciliación a pie, Cristo la ha llevado a cabo, y los ministros del Evangelio la publican.

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no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados: Y esto, no para imputar el pecado a su pueblo, o no para castigar por ello, que existió en Dios desde la eternidad, no es más que una justificación de ellos; porque a los que el Señor no imputa el pecado, les imputa la justicia, y tales son debidamente justificados.

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reconciliación: un tesoro rico y valioso; para tal la doctrina de paz y reconciliación, por la sangre de Cristo, es; una deposición sagrada, comprometida con la confianza de los hombres fieles, para ser dispensada y eliminada para el uso y el propósito para los cuales se les da.

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Colosenses 1:21-23

21"Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado. 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 Si continúan en la fe fundada y establecida, y no te alejes de la esperanza del evangelio que oísteis, y que fue predicado a toda criatura que está debajo del cielo, de lo cual yo soy hecho ministro;"

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extraños : eso es de Dios, no de su presencia general, poder y providencia, que alcanzan a todas sus criaturas, sino de la vida de Dios; vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, estar alejado de aquel que es la fuente de la vida moral y espiritual, así como la vida natural; de la ley, la regla de la vida y de un principio de vida en sí mismos; y desaprobando una vida así, como contraria a sus afectos y apetitos carnales: y que la alienación de Dios radicaba en abandonarlo, el único y verdadero Dios, y seguir y servir a dioses extraños, sin prestar atención a los dictados y la luz de la naturaleza

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enemigos: Eran enemigos de Dios, el verdadero Dios, y eran amantes y adoradores de ídolos; eran enemigos del ser y las perfecciones de Dios, como lo son todos los hombres en un estado de naturaleza; y muéstralo más o menos, ya sea negando que hay un Dios, o deseando que no haya ninguno, o imaginando que es uno como ellos; o disputan su soberanía, niegan su omnisciencia, hacen comparecer su justicia y fidelidad, y desprecian las riquezas de su gracia y bondad; son enemigos de sus propósitos, providencias y palabra

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ahora: el "ahora" se refiere a la venida de Cristo al mundo, y el tiempo de su muerte, y el ofrecimiento de su cuerpo de una vez por todas, cuando la paz y la reconciliación se hicieron completamente para todos los elegidos de Dios.

 

 

 

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Hebreos 2:16-18

16"Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 Porque en cuanto él mismo ha sufrido la tentación, puede socorrer a los que son tentados."

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debía ser en todo semejante a sus hermanos; los hijos adoptivos de Dios, que fueron hermanos antes de la encarnación de Cristo, estando predestinados desde la eternidad para la adopción de hijos: la encarnación de Cristo fue en el tiempo, y después de eso, muchos de los hermanos existieron; y fue solo por ellos que asumió la naturaleza humana; y por lo tanto era correcto que él debería ser como ellos en esa naturaleza, en todas las cosas.

 

sacerdot e : no podía ser un sumo sacerdote, ofrecer sacrificio por el pecado e interceder, a menos que fuera hombre; ni podría ser un "misericordioso" y compasivo, simpatizar con su pueblo en sus penas, tentaciones y sufrimientos. La misericordia es un requisito primordial en un sacerdote, ya que su oficio es ayudar a los desdichados y resucitar a los caídos: tal misericordia es más probable que se encuentre en alguien que tiene un sentimiento de compañerismo con los afligidos, habiendo sido así una vez. 

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expiar los pecados: del pueblo del pacto de Dios, el pueblo que él ha elegido para sí mismo y dado a su Hijo; y a quienes Cristo salva de sus pecados, haciéndoles sentir satisfechos, a la ley y a la justicia de Dios, que se entiende por reconciliación; y para esto, que no se podía hacer sin sangre, sin sufrimientos y sin muerte, era debe ser hombre, y como sus hermanos.

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Romanos 5:9-11

9 "Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación."

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enemigos: a Dios, a su ser, perfecciones, propósitos y providencias; a Cristo, a su persona, oficios, gracia y rectitud; al Espíritu, las cosas del Espíritu, y sus operaciones e influencias divinas; al pueblo de Dios, y al Evangelio y las ordenanzas de Cristo; cuya enemistad está profundamente enraizada en sus mentes, es sin causa e inmerecida, y es implacable e irreconciliable sin el poder y la gracia de Dios.

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reconciliados: a Cristo, al camino de la salvación por él, para someterse ambos a su justicia para justificación, y al cetro de su reino, para ser gobernados por él; al Espíritu, para ser guiado por él, caminar tras él y depender de él para continuar y terminar la buena obra de gracia comenzada en ellos; al pueblo de Dios, para amarlos y deleitarse en su compañía

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salvos por su vida: "ser salvo de la ira por medio de Él", denota aquí toda la obra de Cristo hacia los creyentes, desde el momento de la justificación, cuando la ira de Dios se aparta de ellos, hasta el Juez en el gran trono blanco descargará esa ira sobre ellos que "no obedecen el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo"; y ese trabajo puede resumirse en "evitar que caigan, y presentarlos intachables ante la presencia de su gloria con gran alegría".

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Efesios 2:15-17

15 "aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17 Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;"

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reconciliar : Este es otro extremo de la abrogación de la ley ceremonial: los judíos habían acumulado una larga puntuación contra la ley ceremonial, así como contra la ley moral; y Cristo al cumplirlo para ellos, y por lo tanto abrogándolo, los reconcilió; y los gentiles no pudieron reconciliarse con ellos, sin la abrogación de la misma; y esta reconciliación de ellos fue hecha a Dios, quien fue la persona ofendida; y que aún primero pusieron en pie una reconciliación, en la cual su gloria está muy preocupada; y la reconciliación con los demás depende de la reconciliación con él

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un solo cuerpo: el sentido es que los reconcilió en "un solo cuerpo"; en un cuerpo místico, la iglesia, de la cual él es la cabeza; y esto lo hizo "por la cruz", es decir, por su sangre derramada en la cruz, o por su sufrimiento la muerte de la cruz; que muestra que la reconciliación se hace en forma de satisfacción a la ley y a la justicia de Dios, por medio de la penalidad de la ley de Cristo y el sufrimiento de los golpes de la justicia en la cruz; y expresa la eficacia de su sangre y sacrificio, y la grandeza de su condescendencia y amor

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matando en ella las enemistades: que fue asesinada al eliminar la causa de ella, el pecado; y que sentó las bases para matarlo en los corazones de su pueblo en la regeneración, cuando el pecado les es odioso y se reconcilian con el camino de salvación de Dios; por lo tanto, asesinados en ambos sentidos, la paz con Dios nunca se puede romper.